¿Qué son?
Los quistes ováricos son sacos o bolsas llenos de líquido en un ovario o en su superficie. La formación de quistes ováricos es una condición muy común. En algunos casos puede estar asociado a enfermedades de desequilibrio hormonal; en otros casos la causa no es patológica y desaparecen sin ningún tratamiento específico.
En la mayoría de los casos son benignos, en ocasiones pueden ser malignos, sobre todo en mujeres mayores de 50 años.
Causas
Hay dos tipos de quistes, funcionales y patológicos.
Los quistes funcionales son propios de la mujer en edad fértil y están asociados al ciclo menstrual. En algunos casos puede ocurrir que durante la ovulación los folículos no sean capaces de reventar o liberar el líquido que contienen, transformándose así en quistes funcionales. Los quistes funcionales casi siempre son asintomáticos y tienden a desaparecer después de unos meses sin tratamientos específicos.
Los quistes patológicos se originan a partir de células unidas a los ovarios en la superficie externa. Pueden aparecer tanto en la mujer fértil como en la menopausia.
Casi siempre son asintomáticos y se pueden diagnosticar durante un examen ginecológico. A veces pueden ser lo suficientemente grandes como para bloquear el flujo de sangre a los ovarios y, por lo tanto, deben extirparse quirúrgicamente.
Hay varios tipos de quistes patológicos:
- Los cistoadenomas se desarrollan en la superficie externa de los ovarios y, a veces, son lo suficientemente grandes como para presionar el intestino y bloquear la digestión o causar dificultad para orinar.
- Los quistes dermoides se desarrollan a partir de células que producen óvulos y pueden contener tejido como cabello, piel o dientes, lo que a menudo implica dismenorrea e hipermenorrea. En algunos casos, deben ser extirpados quirúrgicamente.
- Quistes de endometrioma que se desarrollan a partir de la endometriosis, un trastorno en el que las células uterinas crecen fuera del útero, lo que lleva a la formación de quistes.
- Los quistes de ovario poliquístico son una consecuencia del síndrome de ovario poliquístico, un trastorno que implica períodos menstruales poco frecuentes, irregulares o prolongados.
Factores de riesgo
Existen varios factores predisponentes para la formación de quistes ováricos:
- Uso de medicamentos para la fertilidad;
- Años;
- Embarazo, especialmente el tercer trimestre, donde la hormona gonadotropina coriónica alcanza su máxima concentración en la sangre;
- endometriosis;
- Humo de cigarro;
- Obesidad y una dieta alta en grasas saturadas;
- Ligadura de trompas.
Síntomas
Los síntomas de los quistes ováricos son diferentes:
- Sangrado entre períodos;
- Ciclo menstrual irregular;
- Dolor durante las relaciones sexuales;
- Sensación de pesadez, hinchazón y dolor abdominal;
- Aumento de la frecuencia de micción e incapacidad para vaciar la vejiga
- Aumento de peso
- Cansancio;
- Vómito;
- Náuseas.
El síntoma más grave que puede presentarse ante la presencia de quistes ováricos es la ruptura. Si el quiste es grande, puede ocurrir un sangrado intenso en la cavidad abdominal, asociado con dolor crónico en la parte inferior del abdomen. En el siguiente caso es obligatorio acudir al hospital.
Fertilidad
En raras ocasiones, los quistes de ovario pueden causar infertilidad, especialmente si hablamos de quistes funcionales, quistes dermoides y cistoadenomas.
Los quistes que pueden dar lugar a problemas de fertilidad son los asociados a la endometriosis y al ovario polistico.
Diagnóstico
El diagnóstico de quistes se puede realizar mediante examen de ultrasonido, resonancia, tomografía computarizada. La ecografía es el examen más rápido y económico para diagnosticar la presencia de quistes de ovario, pero al mismo tiempo también es un examen muy preciso, ya que nos permite evaluar su forma, tamaño, ubicación y tipo de contenido.
En el caso de que se quiera comprobar el carácter benigno o maligno de los quistes de ovario, se pueden analizar marcadores tumorales, es decir, se mide en sangre una proteína, conocida como CA 125, un antígeno tumoral, expresado en la superficie de las células cancerosas de ovario. .
En los casos en que se requiera la extirpación quirúrgica, debido a las grandes dimensiones, es posible realizar una laparoscopia, es decir, la inserción, a nivel abdominal, de un tubo, equipado con una fuente de luz en el extremo, con el que el médico puede extraer el quiste. .
Terapia
En caso de dolor abdominal intenso y persistente, es posible recetar analgésicos, o muy a menudo se prescriben píldoras anticonceptivas, para reducir el riesgo de desarrollar otros quistes, durante los ciclos menstruales posteriores. Sin embargo, se debe enfatizar que el uso de anticonceptivos orales también sirve para reducir el riesgo de formación de quistes tumorales.
Dieta
Una dieta correcta para la prevención de los quistes de ovario debe seguir las siguientes recomendaciones:
- Prefiere un desayuno salado.
- La leche, los derivados y los quesos grasos son alimentos insulinogénicos y aumentan la concentración de la hormona LH en sangre, por lo que deben evitarse.
- El consumo excesivo de cafeína mantiene bajos los niveles de estradiol, considerada la hormona por excelencia de la fertilidad en la mujer.
- Una dieta sin gluten ayuda a prevenir los desequilibrios hormonales.
- Un consumo de alimentos con baja carga glucémica, alimentos con acción antiinflamatoria, grasas saludables, proteínas nobles y alimentos ricos en ácido fólico mejora la función ovárica.
- Los cambios adicionales en la dieta se pueden implementar mejor si se discuten con un especialista. Se cree que los desequilibrios hormonales relacionados con la fertilidad están relacionados con condiciones patológicas, pero a veces el desequilibrio hormonal se puede tratar simplemente mejorando la calidad de la dieta.