Hipertiroidismo

¿Qué es?

Con el término hipertiroidismo nos referimos a una condición patológica que afecta a la tiroides, donde en este caso tenemos una hipersecreción de hormonas por parte de la tiroides.

Causas

Las causas subyacentes del hipertiroidismo son diferentes:

  • Enfermedad de Graves-Basedow, una de las enfermedades endocrinológicas más frecuentes. En general, existen autoanticuerpos que se unen a receptores específicos en la tiroides, estimulando una mayor producción de hormonas.
  • El bocio nodular tóxico implica una glándula tiroides agrandada. La glándula contiene áreas que han aumentado de tamaño y formado nódulos. Uno o más de estos nódulos producen demasiada hormona tiroidea.
  • Una mayor producción de TSH en la glándula pituitaria, lo que en consecuencia estimula a la tiroides para que produzca más hormonas tiroideas.
  • Disfunciones inducidas por el abuso de terapias hormonales con fines adelgazantes.

Diagnóstico

El diagnóstico de hipertiroidismo lo puede realizar un endocrinólogo que prescribirá análisis específicos:

  • Ultrasonografía para evaluar la probable presencia de inflamación o agrandamiento de la tiroides.
  • Análisis de sangre con dosificación de TSH, FT3 y FT4;
  • Dosificación de anticuerpos anti-peroxidasa, anti-tiroglobulina, anticuerpos anti-receptor de la hormona estimulante de la tiroides, inmunoglobulinas estimulantes de la tiroides o TSI.

Síntomas

Las hormonas tiroideas son hormonas metabólicas que conducen a una alta aceleración del metabolismo con consumo de oxígeno y producción de calor.
Los síntomas asociados con esta condición son diferentes:

  • Pérdida de peso;
  • Taquicardia;
  • Temblor;
  • Hiperactividad;
  • Piel caliente debido a la hiperoxidación;
  • Ojos saltones;
  • Astenia y debilidad muscular;
  • Cabello quebradizo y delgado;
  • Alopecia;
  • Nerviosismo;
  • Agitación;
  • Insomnio.

Tratamiento farmacológico

El tratamiento farmacológico del hipertiroidismo también se establece en base a la función desencadenante y puede ser farmacológico con el uso de fármacos tirostáticos o cirugía para extirpar la tiroides entera o parte de ella.
La operación quirúrgica es muy especial, ya que unas semanas antes de la intervención, el paciente en cuestión es sometido a un tratamiento con fármacos a base de yodo.
Este tratamiento es útil tanto para inhibir la producción de hormonas por parte de la glándula tiroides como para compactar mejor el parénquima glandular (lo que disminuye la probabilidad de sangrado durante la operación).
Entre los principales medicamentos prescritos tenemos:

  • El yodo 131, que es el principal fármaco utilizado en radioterapia, para tratar la condición de hipertiroidismo en pacientes que no pueden operar.
  • Carbimazol que a largo plazo puede conducir a la aparición de dermatitis severa;
  • Perclorato potásico, utilizado sobre todo para el tratamiento de los nódulos tiroideos, aunque sus efectos empiezan a notarse tras un mes de terapia.

Remedios naturales

Existen varios tipos de remedios naturales que pueden ayudar a nuestra tiroides:

  • La melisa tiene flavonoides que ayudan a atenuar la hiperactividad de la glándula tiroides;
  • La misma acción del toronjil la realiza también la grosella negra;
  • La albahaca, el romero, el orégano, el jengibre son alimentos con acción antiinflamatoria que pueden mitigar la inflamación de la tiroides hiperactiva.
  • La tintura madre de consuelda media contiene fitoácidos con acción antiinflamatoria para la tiroides.

Dieta

Incluso aquellos que sufren de hipertiroidismo deben prestar atención a la dieta, ciertamente debe ser rica en vitaminas, minerales y fibra.
Ciertamente, hay varios alimentos que ralentizan la producción de hormonas por parte de la tiroides:

  • Las verduras de la familia de las crucíferas, como el brócoli, la col rizada, las espinacas y los nabos, contienen compuestos que estimulan la producción de tiroxina.
  • Frutas como la pera, el durazno y el mango son ricas en nutrientes esenciales para la tiroides;
  • Evite absolutamente los estimulantes como el café, el alcohol y el humo del cigarrillo;
  • Evita definitivamente el consumo de grasas saturadas que se encuentran en carnes rojas, quesos ahumados, salsas picantes, crustáceos y moluscos.
  • Consume poca sal y productos envasados ​​ricos en glutamato monosódico y sal;
  • Consumo frecuente de pescado rico en omega-3 con acción antiinflamatoria.