Hernia de hiato

¿Qué es?

Una hernia de hiato se produce cuando la parte superior del estómago sobresale a través del diafragma hacia la cavidad torácica. El diafragma separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal. El hiato esofágico es la abertura en el diafragma a través de la cual pasa el esófago desde la cavidad torácica a la abdominal.

Clasificación

Hay diferentes tipos de hernia;

  • La hernia rodante es cuando una parte del estómago empuja (sobresale) hacia arriba a través del orificio en el diafragma junto al esófago. La complicación más grave puede ser una reducción en el suministro de sangre al estómago.
  • La hernia deslizante es el tipo más común. Es cuando el estómago se desliza intermitentemente hacia el pecho a través de una pequeña abertura en el diafragma. La unión gastroesofágica empuja hacia la parte superior del abdomen, lo que también provoca problemas de reflujo. En algunas personas con una hernia de hiato, refluye hacia la parte inferior del esófago, lo que desencadena reflejos nerviosos que pueden causar tos o incluso espasmos de las vías respiratorias pequeñas dentro de los pulmones.
  • La hernia de hiato tiene las características de ambos tipos de hernias, descritas anteriormente.

Epidemiología

Entre los adultos, la posibilidad de tener una hernia inguinal aumenta con la edad, y las hernias inguinales pueden aparecer a los 50 años y son más comunes en personas de 75 a 80 años.
Una estenosis esofágica es un estrechamiento anormal del esófago, una estructura en forma de tubo que conecta la garganta con el estómago. Esta condición es más común en personas mayores y es causada por factores como el deterioro orgánico, el estreñimiento y la repetición continua de movimientos como tragar.
Sin embargo, independientemente de la edad, las personas obesas están más sujetas a esta condición, mientras que es una enfermedad rara en niños.

Causas

Puede haber diferentes causas de hernia:

  • Trauma abdominal;
  • Problemas congénitos;
  • presión intraabdominal causada por la obesidad;
  • Fumar cigarrillos;
  • Estilo de vida sedentario;
  • Estreñimiento;
  • Tos crónica.

Síntomas

En algunos casos, la hernia puede ser completamente asintomática. En los demás casos, los síntomas más comunes son:

  • Reflujo;
  • Dificultad para digerir o tragar;
  • Dolor en el pecho y sensación de ardor;
  • Reflujo ácido;
  • Gusto amargo en la boca;
  • hipersalivación;
  • Ronquera;
  • Úlcera;
  • Anemia;
  • Opresión en el estómago;
  • Opresión en el pecho;
  • Náuseas o vómitos.

Diagnóstico

La forma más común de diagnosticar una hernia hiatal es una radiografía con medio de contraste;
Otras pruebas que se utilizan son la gastroscopia o la endoscopia digestiva.

Terapia farmacológica

Muy a menudo, las hernias de hiato se tratan farmacológicamente. Los fármacos más utilizados para su tratamiento son los siguientes:

  • Antiácidos para la acidez estomacal;
  • Inhibidores de la bomba de protones para el reflujo y la acidez estomacal;
  • Bloqueadores H2, que reducen la secreción de ácido clorhídrico.

Cirugía

Si los síntomas y el tamaño de la hernia son severos, se debe operar con laparoscopia, con efectos secundarios que pueden persistir durante 3-4 semanas como abdomen hinchado, eructos, meteorismo y dificultad para tragar.

Remedios naturales

Existen varios remedios naturales para tratar la hernia:

  • El hinojo tiene una acción desinflamante sobre el estómago y los intestinos;
  • Los higos reducen la producción de secreción de ácido gástrico.
  • Angélica reduce la secreción de ácido clorhídrico en el estómago;
  • La genciana estimula la función digestiva aumentando la producción de saliva y promoviendo la producción de ácido estomacal y enzimas digestivas.

Dieta

La dieta puede desempeñar un papel importante en el control de los síntomas de la hernia de hiato:

  • Evite todas las bebidas carbonatadas;
  • Evitar comidas calientes e irritantes para la mucosa gástrica;
  • No se acueste inmediatamente después de las comidas;
  • Coma mucha piña que tiene acciones digestivas;
  • Come manzanas y plátanos que ejercen una acción protectora de la mucosa gástrica;
  • Evita las comidas copiosas. Come poco pero a menudo.
  • Evite todos los alimentos duros o fibrosos que no se mastican lo suficiente que pueden irritar la mucosa gástrica
  • Prefiere pan tostado;
  • No beba mucho con las comidas;
  • Consumir pescado rico en omega 3, con acción antiinflamatoria;
  • Evite el café y el chocolate;
  • Evitar la leche y derivados;
  • Evite el salami y la carne roja;
  • Evite los alimentos ácidos como frutas cítricas, tomates, limones, toronjas, arándanos;
  • Evite las papas fritas y los guisos;
  • Evite el alcohol;
  • Evite las comidas picantes y las salsas;
  • Elimina la mantequilla o la nata;
  • Eliminar frutos secos;
  • Evite los alimentos salados y muy azucarados.